Tengo 30 años, mi hermano padece de bipolaridad mi esposo también. Ninguno de los dos tiene un diagnóstico concreto pero si síntomas relacionados con la bipolaridad como cambios repentinos de ánimos, depresión, euforia, comer en exceso o pérdida del apetito, irregularidades en el sueño, dormir mucho o no poder dormir. Ambos han sido tratados por psicólogos y psiquiatra.
Yo tengo dos hijos y cada cosa que hagan fuera de lo normal pienso que puede ser esa misma enfermedad. ¿A qué cosas le debo prestar atención? ¿Qué hago para evitarlo? ¿Cómo ayudo a mi esposo y mi hermano si se rehúsa a ser tratado y a tomarse la medicación? Creo que a mi esposo le parezca mejor una consulta en línea que desplazarse hasta un centro hospitalario.
Respuesta
Muchas gracias por usar nuestra sección del psicólogo responde. Planteas una serie de dudas muy interesantes intentaremos darles respuesta. Primeramente aclarar el tema de la bipolaridad, ya que es una de las enfermedades que más “de moda” se ha puesto en los últimos años y la verdad es que no hay que tomársela a la ligera. Es una enfermedad muy seria y debe ser diagnosticada por un especialista. Y por lo tanto es muy diferente presentar síntomas asociados a la enfermedad que ser diagnosticado de Trastorno Bipolar. Partiendo de esta base es importante relajarnos en el sentido que presentar bipolaridad es algo muy poco frecuente y muy probablemente tus hijos no presenten la enfermedad especialmente si ninguno de los padres ha sido diagnosticado de Bipolaridad.
Nos comentas que cuando alguno de tus hijos hace algo fuera de lo normal tú sospechas que pueda deberse a la bipolaridad. Pero qué difícil es hoy en día ver que está “fuera de lo normal”, ¿verdad? Ante esta situación lo recomendable es hacer uso del sentido común y fijarnos en la recurrencia por parte de nuestro hijo/a en lugar de fijarnos en la conducta en sí misma. Es decir, es muy normal que nuestros hijos e hijas experimenten, exploren el mundo y las personas, como padres y madres si vemos que hacen algo que no toca hemos de corregirlos y explicarles qué ha pasado y el por qué. Y si a partir de este momento la conducta se sigue repitiendo es cuando podemos empezar a cuestionarnos qué está pasando, pero no antes.
¿Cómo ayudo a mi esposo y hermano si rehúsan ser tratados y a tomar los medicamentos prescritos? Realmente es bastante complicado. Desgraciadamente muchas personas se encuentran en tu misma situación con familiares que abandonan sus tratamientos y que al final recaen, muchas veces necesitando de un ingreso hospitalario. Ante la situación de un familiar que rechaza el tratamiento lo importante es poder contactar con su psicólogo/a o psiquiatra de referencia e informarle de la situación. Es necesario que el especialista y la familia vayan coordinados a la hora de ayudar al familiar en cuestión. Su psicólogo/a o psiquiatra serán las principales personas de referencia para reconducir la situación y reforzar la adherencia al tratamiento.
¿Pero qué hacer si el familiar rehúsa ir a visitar al psicólogo o psiquiatra? En ese caso habría que valorar el cambio de especialista, pero en ningún caso el abandono del tratamiento. “Si no te quieres visitar con este especialista, lo respetamos, pero iremos a consulta con uno nuevo”. En estos casos es importante que al nuevo especialista se le ponga en contexto de la derivación o cambio y los motivos de este cambio de especialista, para que pueda ayudar a nuestro familiar desde otro enfoque.
Si tu esposo prefiere consultas online a las presenciales y no lo habéis probado antes, os animo a que probéis de hacer alguna sesión. Este tipo de visitas por videoconferencia son igual de efectivas que las presenciales y en estos momentos de pandemia por el COVID-19 son muy frecuentes. Esperamos haberte podido ayudar con tus consultas. Muchos ánimos.