El estrés es nuestro enemigo invisible. Todos lo sufrimos pero pocos podemos identificarlo, por contra la ansiedad hoy en día todo el mundo sí que la tiene más o menos identificada. ¿Pero realmente cuál es la diferencia entre el estrés y la ansiedad? ¿Quién es el causante de mis males?
Normalmente asociamos la ansiedad más directamente a los síntomas físicos que nos genera, como la opresión en el pecho o las dificultades para respirar. Cosa que hace que nos olvidemos del estrés que normalmente ha sido el facilitador para que nos acabemos encontrando con esos síntomas de ansiedad. A la hora de valorar el estrés hemos de tener en cuenta que tanto los acontecimientos que podríamos considerar “positivos” como los negativos, pueden ser fuentes muy poderosas de estrés. Un claro ejemplo de estrés “positivo” sería una boda. En una boda queda claro que la emoción predominante es la ilusión o la felicidad. Pero de fondo siempre está acompañándonos el estrés de que todo salga correctamente y como nos gustaría. Por otro lado las fuentes de estrés negativas nos resultan más evidentes de identificar, como un despido. El cual conlleva una carga de estrés muy considerable.
Nuestro día a día está repleto de acontecimientos o eventos que nos acaban generando estrés. Por lo que es normal que pasemos temporadas de “subida” o “bajada” en función de nuestra carga de estrés. La Escala de estrés de Holmes y Rahe, mide los acontecimientos vitales más frecuentes y los valora según el grado de estrés que puede causar a las personas. Por lo que es una buena medida para valorar en qué momento te encuentras, y entender por qué en este momento puedes estar más o menos estresado.
Para cumplimentar el siguiente cuestionario debe marcar los siguientes acontecimientos vitales con Sí/No según le hayan sucedido a Ud. o no durante el último año.