¿Qué es el EMDR? 

La intervención psicológica con EMDR (“Eye Movement Desensitization and Reprocessing”) se trata de un abordaje basado en la identificación de traumas, es decir, recuerdos pasados “no resueltos”.  Podríamos decir que esta técnica aprovecha el sistema innato de nuestro cerebro para “digerir” los eventos que vamos experimentando a la par que el psicólogo guía los recursos naturales cerebrales en los atascos que puedan surgir durante el procesamiento de un evento traumático de la persona.

Cuando una situación pasada (puntual o crónica) tuvo un alto impacto emocional, ésta nos condiciona de múltiples formas: en nuestra relación con nosotros mismos, nuestra percepción de valía personal, de habilidades de afrontamiento, de relación con los demás (amigos, pareja e hijos), etc.

El objetivo final de la técnica EMDR es el reprocesamiento del trauma mediante los mecanismos de memoria sensorial y su posterior integración en la memoria autobiográfica de la persona sin que ocasionen molestias en la actualidad.

¿Qué es un trauma?

El trauma se define como cualquier situación para la que la propia persona no dispone de los recursos necesarios para afrontarla y en la que la persona experimenta la sensación (real o no real) de peligro para su vida o integridad. Los ejemplos más clásicos son los accidentes o los actos terroristas pero son más relevantes e insidiosos las situaciones de abuso o maltrato, y las de ausencia o mal vínculo con los padres o con las personas que cuidan habitualmente de ellos.

Según este tipo de abordaje, el trauma se concibe como una información que se ha almacenado de una manera incorrecta en el cerebro (no por su presencia sino porque continúa enviando información de la ansiedad y el miedo que se han experimentado) de modo que esta información no puede ser utilizada de forma correcta ni integrada a la vida diaria de la persona.

Esta información “mal almacenada” es responsable de los síntomas del paciente, ya que queda asociada a los sistemas de memoria implícita de una forma muy parecida al momento en el que se vivió la experiencia traumática, es decir, se manifiesta en forma de sensaciones corporales producto del miedo y la ansiedad. Ejemplificando de manera más sencilla, sería como una grabación incorrecta de una canción y que produce sonidos e interferencias que no corresponden al diseño de la canción original (por lo tanto, EMDR sería una forma de “limpiar o remasterizar” esa grabación).

¿Cómo funciona el EMDR?

Esta técnica aprovecha el proceso natural de nuestro cerebro para la integración de la información obtenida de nuestros sentidos y del entorno cada día y que se da durante la fase de ondas lentas o fase REM.

La EMDR utiliza la estimulación bilateral, es decir, la estimulación de ambos hemisferios cerebrales de manera alterna, mediante movimientos oculares, tapping (dar golpecitos) o con sonidos, guiados por el terapeuta. ¿Por qué? Por qué es la manera natural que tiene nuestro cerebro de activar ambos hemisferios (igual que en la fase REM del sueño)  y de poder acceder así a todos los canales sensoriales vinculados a un recuerdo pasado traumático o “no digerido” que está originando la sintomatología presente.

Esta técnica funciona aún cuando el recuerdo traumático es muy antiguo ya que, si fue lo suficientemente impactante como para no haberlo “digerido”, este recuerdo se ha conectado con otras experiencias similares hasta llegar a la actualidad.

La técnica EMDR es un abordaje que ha demostrado su eficacia en numerosos estudios científicos especialmente con el Trastorno por estrés postraumático. En la actualidad, hay abiertas nuevas líneas de investigación para la mejora de la sintomatología afectiva y conductual, en la aplicación en problemas alimentarios y de apego. Sin embargo, para garantizar su correcto funcionamiento, esta técnica debe ser realizada únicamente un profesional formado y habilitado por la Asociación Española de EMDR.