Factores de protección de la depresión
Es una realidad que nadie es completamente inmune a las depresiones, pero si que es cierto que hay diferentes factores que combinados entre sí pueden hacer que sea mucho más complicado padecer una depresión. Algunos de estos factores, se podría considerar que son innatos, que ya los posee la persona de forma biológica, no aprendida. Pero muchos otros factores se pueden aprender, y también son fruto de nuestras experiencias personales en la vida, como por ejemplo nuestra autoestima o la visión del futuro más o menos positiva… Ambos grupos de factores de protección de la depresión los listaremos por separado, de forma que quede claro dónde nos hemos de entrenar para protegernos de futuras depresiones. Veamos de qué factores de protección estamos hablando.
Factores de protección de la depresión biológicos
- Ausencia de antecedentes psicopatológicos familiares, especialmente en familiares de primer grado, ya sean antecedentes depresivos o de otros trastornos psicopatológicos.
- Ausencia de antecedentes psicopatológicos de la propia persona.
- Pertenencia a un nivel socioeconómico y cultural medio o alto.
Factores de protección de la depresión aprendidos
- Actitud de la persona ante los acontecimientos que le suceden que denota que él tiene control sobre lo que le ocurre «locus de control Interno«.
- Poseer un estilo de vida activo, con ejercicio físico frecuente, preferiblemente deporte en grupo.
- Poseer unas correctas habilidades sociales para relacionarse e interactuar con el entorno, así como una correcta asertividad.
- Disponer de unos hábitos de alimentación saludables.
- Poseer una correcta autoestima, procurando ser justo y objetivo con uno mismo y con sus actos diarios.
- Presentar una visión neutra, acerca del futuro, mucho mejor si es positiva, pero simplemente basta con no catastrofizar lo que uno desconoce.
- Poseer una cierta tolerancia a la incertidumbre o al desconocimiento de lo que puede ocurrir.
- Tener poca tendencia a sobre culpabilizarse sobre lo ocurrido, y adoptar una actitud de resolver situaciones en el entorno próximo.
- Habituarse a unos correctos hábitos de sueño, durmiendo unas 7-8 horas al día
- Poseer un trabajo que aporte satisfacción a la persona. Ya sea económicamente o a nivel de la actividad que desempeñe.
- Disponer de ocio y actividades agradables que se realicen con cierta regularidad
- Disponer de un núcleo familiar con un apoyo mutuo.
- Disfrutar de una vida social amplia, con amigos, conocidos, compañeros…
- Tener pareja y disponer de un apoyo por su parte.
La gran mayoría de estos factores de protección de la depresión pueden aprenderse de forma rápida y sencilla con un poco de fuerza de voluntad, hay otros factores, como el locus de control interno, los pensamientos mas catastrofistas hacia el futuro, las preocupaciones sobre la incertidumbre o lo desconocido, que en ocasiones es necesario trabajarlo a nivel de terapia con un psicólogo para llegar a un correcto aprendizaje. Y como siempre, en todo aprendizaje nos hace falta paciencia y perseverancia. Ánimo.
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