11 años de tratamiento

PREGUNTA

Deseo preguntar en el blog: Hola que tal, llevo 11 años en tratamiento psiquiátrico y psicológicos, el único diagnóstico claro que tengo es el de trastorno depresivo recurrente, los demás a día de hoy son trastorno de personalidad mixta f-61 y otros trastornos mentales debido a disfunción cerebral. Estoy muy frustrado por que tomo 24 pastillas al día, decir que me tratan también la unidad del dolor, neurología y reumatología. He intentado suicidarme ya 3 veces quisiera saber cómo afrontar este diagnóstico incierto y que me va consumiendo poco a poco. Encima después de 5 años me cambian de psiquiatra. Tendré algún día un diagnóstico definitivo y fiable, tanta incertidumbre me derrumba. Gracias, un saludo.

RESPUESTA

Llevamos demasiado tiempo sin una respuesta clara o un diagnóstico que nos indique qué nos ocurre, pero lo más preocupante en estos casos es la falta de mejoría sintomatológica. Si bien es cierto que en muchas casos no queda claro el diagnóstico y esto nos preocupa, generalmente hemos de intentar ir más allá de nuestro diagnóstico y como mínimo tener identificados cuáles son mis síntomas tanto físicos como mentales que me afligen. Y aprender a tener recursos o herramientas para neutralizarlos o en el mejor de los casos eliminarlos.

Hay una cita muy famosa de Albert Einstein que dice «La locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados» Y me parece una de las frases más acertadas de la historia pero que desgraciadamente la ponemos muy poco en práctica. Está claro que llevamos 11 años haciendo algo mal. Podemos atribuirle la culpa a los fármacos, a los psiquiatras, a los psicólogos y a uno mismo. Pero no estamos aquí para buscar culpables, sino para encontrar soluciones. Resulta evidente que algo hemos de cambiar, desde nuestra medicación, puesto que parece no ser efectiva, hasta nuestros tratamientos psicológicos; queda patente que no son efectivos, y sigo necesitando ayuda.

¿Mi problema es que no tengo diagnóstico o que me ocurre algo?. ¿Tengo claro qué es lo que me ocurre?. ¿Estoy buscando soluciones para ello?. ¿Son efectivas?. ¿Pruebo otras soluciones alternativas? Parece ser que tras 11 años toca un cambio y suele ser más efectivo mirar hacia dentro que hacia afuera a la hora de hacer cambios. Más allá que yo pueda cambiar de tratamiento o de especialista, he de preguntarme: ¿ yo también puedo cambiar? ¿Yo estoy poniendo alguna resistencia a mejorar? ¿Podría hacer más?. Estamos ante una situación en la que conviene pararnos a pensar y analizar todas las posibles fuentes de nuestro malestar, pero luego nos tocará la parte más complicada CAMBIAR.

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