Los tiempos cambian y con ellos nuestras adicciones, de la misma manera que la sociedad ha ido cambiando el tipo se sustancias a consumir, las drogas van cambiado y cada vez son más sintéticas, las adicciones también van evolucionando a los tiempos actuales. En este artículo comentaremos el abanico de nuevas adicciones, que nos estamos encontrado en estos días, muchas de ellas ya llevan años, no es que acaben de aparecer, pero en estos 5 últimos años se han disparado demográficamente.
Adicciones a las redes sociales
En la actualidad si en Barcelona utilizas cualquier trasporte público con qué escenario nos encontramos? ¿Qué está haciendo todo el mundo? todos coincidiríamos con la respuesta: Mirar el móvil, desde redes sociales, como el Facebook, Twitter, mensajes por Whatsapp ocupan nuestro tiempo ente los trayectos, pero y en los restaurantes? también es cada vez más frecuente estar con el móvil mientras comemos, en casa delante del televisor también nos estamos enviando mensajes… Preocupante, los últimos datos revelan que entre un 5 y un 9% de la población hace un uso patológico del móvil.
Adicción al ejercicio
¿De qué se trata? Ya que el deporte es una actividad médicamente y psicológicamente muy recomendada, especialmente para problemas de ansiedad o depresión. La adicción, pues, empieza por el exceso, la búsqueda de una sensación de placer en el esfuerzo físico que poco a poco hará nacer la obsesión, la necesidad, e incluso la sensación de abstinencia cuando la actividad se interrumpe. El deporte genera la misma tolerancia que cualquier droga, y con tolerancia nos referimos a la capacidad del cuerpo de «acostumbrarse» a la substancia, en este caso al ejercicio concretamente, necesitando aumentar la intensidad o duración del ejercicio para seguir obteniendo placer de su realización. En pocas palabras conforme pasa el tiempo cada vez necesito estar más rato haciendo deporte para sentirme igual de satisfecho.
Adicción al trabajo
A muchas personas quizás les parezca imposible volverse adicto al trabajo, pero ciertamente por los tiempos que corren, crisis, problemas económicos…la ansiedad y el estrés se pueden palpar en cualquier oficina, la competitividad se ha triplicado y ahora más que nunca necesitamos resultados. Si este ambiente lo juntamos con una persona con un perfil perfeccionista, ansioso y un poco obsesivo, las probabilidades que se vuelva adicto al trabajo se disparan. Una de las características que mejor definen a la adicción al trabajo es la práctica ausencia de actividades por parte de la persona diferentes al trabajo que realiza, así como la incapacidad para desconectar del trabajo, independientemente del lugar en el que se encuentre. Todo el día está comprobando los correos de la oficina, el domingo se enoja porque el proveedor no le coge el teléfono, y el domingo por la noche se encuentra ansioso por volver a la oficina para retomar su actividad. Se encierran completamente en un mundo laboral, del cual se excusan con pretextos de responsabilidad, implicación y aportar un dinero a la familia, sin darse cuenta del perjuicio que se causan así como a su entorno. Este tipo de adicción es mucho más frecuente en hombres que en mujeres, aunque en los últimos años ha aumentado mucho el porcentaje femenino.
Adicción a las compras
Esta adicción casi es un clásico, aunque lo cierto es que desde hace unos años comprar se ha vuelto tremendamente sencillo, y prácticamente sin esfuerzo podemos comprar lo que sea desde donde sea. Los mercados se han abierto, y los sistemas de mensajería nos facilitan las compras enormemente. Y de la misma manera que compramos podemos vender, especialmente online, con lo que cerramos el círculo. ¿Cuántos catálogos podemos ver online? ¿Cuánta publicidad de productos que nos pueden resultar interesantes nos llegan a nuestros emails de forma diaria? Y por consiguiente al móvil, que siempre nos acompaña y nos avisa que hemos recibido un correo nuevo. Como con el resto de adicciones el proceso de compra va acompañado de ansiedad y hasta que no conseguimos el artículo estamos nerviosos, una vez adquirido nuestros niveles de ansiedad disminuyen de forma drástica hasta el cabo de un rato que nuevamente encontramos otro artículo interesante… también ha de ser nuestro, y le daremos vueltas hasta que finalmente lo consigamos. Desde la oficina miro internet para comprobar que no se agota, intento acercarme a una tienda para verlo, reservarlo si puedo… y muy probablemente antes ni siquiera de tenerlo ya esté buscando otro producto más novedoso.
Adicción al sexo
Y si el anterior era un clásico este tipo de adicción podríamos decir que existe desde que el hombre es hombre. Entonces porqué nos referimos como nueva adicción, en este apartado nos referiremos al cybersexo y a las redes sociales enmarcadas dentro de un contexto sexual. El sexo por sí mismo ya es una actividad placentera, pero cuando nos referimos a una adicción al sexo no tiene que ver directamente con la actividad sexual, si no como en las compras, el trabajo, el ejercicio, en un modo privilegiado de luchar contra un sentimiento de inseguridad, una autoestima baja y una necesidad permanente y nunca asumida de afirmación y seguridad. Es por ello que no es tan importante con quién mantenga la relación sexual, no es una búsqueda de una relación amorosa, se trata de un consumo sexual, con parejas múltiples, encontradas en diferentes lugares, viajes, moteles, convenciones, en la red. Y esta búsqueda ansiosa de consumir sexo arrasa con todo lo que posee la persona a su alrededor haciéndole perder por completo su rutina, su familia y su vida social. Es una persona que constantemente tiene que ausentarse, alargar reuniones, viajes de negocios, salir de casa… haciendo insostenible su vida diaria con esta adicción al sexo, y sintiéndose siempre igual de vacío, da igual las relaciones que haya tenido, esa inseguridad, la baja autoestima nunca se llenarán con el consumo sexual. Gracias al uso de internet y las redes sociales de contactos, las adicciones sexuales se han disparado en los últimos años. Actualmente es muy sencillo acceder al sexo, por no hablar que es uno de los mercados que más dinero mueve, y como en todas las adicciones, cuanto más sencillo es el consumo mayor es la probabilidad de consumir.
Conclusión sobre las nuevas adicciones
Parece ser que hay un denominador común en todas las nuevas adicciones, Internet, nos facilita la vida en muchos aspectos, y nos pone al alcance prácticamente todo. Y ha sido un boom, ya que se ha disparado en los dos últimos años, especialmente con el uso de los smartphones que han facilitado que llevemos internet encima. Todavía es pronto para hacer predicciones, pero de momento los datos no son favorables, y las adicciones y dependencias se han disparado sustancialmente. Hemos de ver si es una moda pasajera que se relaja o si se instaura de tal manera que sea la droga del siglo XXI. Simplemente hemos de ver cómo hoy en día se nos hace casi impensable salir de casa sin el móvil… pues casi tardamos 5 años en generalizar y acostumbrarnos al teléfono móvil, hoy en día nos han bastado dos años para llevar smartphones con internet integrado… vamos muy rápido?
Si tienes dudas, preguntas, no sabes si realmente puedes padecer una adicción o tienes un familiar que crees que puede estar desarrollando una adicción, puedes realizar una visita informativa completamente gratuita en nuestro centro, y valoraremos conjuntamente su situación y cuál es la mejor forma de ayudarle, no dudes en contactar con Psicólogo especialista Barcelona.