Violencia doméstica filio-parental
El pasado 7 de Octubre de 2015 tuvieron lugar las II Jornadas de prevención y asistencia en violencia filio-parental, organizadas por SEVIFIP, la Sociedad Española para el Estudio de la Violencia Filio-parental. Dentro de estas jornadas se presentó la actualidad y la realidad de esta situación que muchas veces pasa desapercibida por la sociedad, pero que desgraciadamente muchas familias padecen. Veamos un poco en qué consiste la violencia filio-parental.
Qué es la violencia filio-parental
Veamos un par de definiciones:
«Cualquier acto de los hijos que provoque miedo en los padres para obtener poder y control y que tenga como objetivo causar daño físico psicológico o financiero a éstos» (Catrell, 2001)
«Conductas reiteradas de violencia física (agresiones, golpes, empujones, arrojar objetos…). Verbal (gestos amenazadores, ruptura de objetos preciados) dirigida a los padres o adultos que ocupen su lugar» (Pereira, 2006)
De estas definiciones deberíamos excluir:
- Las agresiones puntuales.
- Las que se producen en un estado de disminución de la consciencia que desaparecen cuando ésta se recupera (intoxicaciones, síndromes de abstinencia, estados delirantes o alucinatorios)
- El autismo o la deficiencia mental grave.
- El parricidio sin historia de agresiones previas.
¿Qué puede desencadenar la violencia doméstica filio-parental?
Podemos encontrarnos con factores individuales como el cambio evolutivo propio de la adolescencia, en el cual el niño sufre una serie de cambios muy importantes que lo ubican en varias situaciones de tensión en las que debe decidir por su cuenta y hacerse un hueco tanto en la familia como en la sociedad. Por otro lado hemos de tener presentes las variables psicológicas del/la menor, que pueden ser determinantes en estos casos. Puesto que el/la menor e encuentra sin recursos ni herramientas a tan temprana edad para superar por sí mismo ciertas dificultades, lo que acaba generando frustración e impotencia. Y por último el consumo de tóxicos que evidentemente altera el comportamiento del /la menor.
También nos encontramos con factores familiares como el estilo educativo de las familias, los valores, creencias, y la educación que reciben nuestros hijos, es un punto clave en su futuro desarrollo. También la estructura y modelo familiar va a ser muy importante para el/la menor, desde de familias completamente permisivas, a totalmente autoritarias, a más comunicativas o menos, etc… Y finalmente el cambio de roles paterno filiales es otro de los factores familiares clave. En muchas ocasiones nos encontramos padres que son los mejores amigos de sus hijos, y se olvidan del rol de padres.
Evolución de la violencia filio-parental
Desde 2007 en adelante se puede ver una tendencia claramente ascendente por parte de las mujeres. En 2007 el 19,6% de los casos de violencia filio-parental el agresor era femenino, mientras que en 2014 la cifra asciende a 34,5%, casi el doble. Esto no quita el hecho que principalmente los agresores son hombres.
A nivel de incidencias en la actualidad el 7,4% de denuncias en la policía se tratan de denuncias filio-parentales, un porcentaje muy elevado aún teniendo en cuenta que existe una cifra negra desconocida de casos de violencia filio-parental. Con la cifra negra nos estamos refiriendo a todos esos casos que no llegan a ser denunciados. Realmente para un padre es muy duro el hecho de tener que denunciar a un hijo/a por agresiones ya sean físicas o psicológicas, por lo que en muchas ocasiones existe esta violencia doméstica pero no se llega a denunciar, especialmente cuando hablamos de agresiones psicológicas, ya que estadísticamente son las menos denunciadas.
¿Qué hacer en caso de sufrir agresiones por parte de un hijo/a?
En este punto es muy importante no minimizar el hecho. Especialmente cuando somos conscientes que es un hecho que se está repitiendo en el tiempo. Es una realidad y hay que asumirla para poderle encontrar una solución. El siguiente punto es pedir ayuda. Estos hechos se deben denunciar, y no nos referimos estrictamente a la policía, abuelos, hermanos, tíos, amistades cercanas, etc…. necesitamos pedir ayuda, ya que solos no estamos pudiendo controlar la situación. Es el momento de contactar con un psicólogo, tanto para la familia que padece la agresión como para el agresor. Pese a que lo más probable en este punto es que el agresor no quiera acudir a terapia. Pero como mínimo la familia sí que debe hacerlo para poderse asesorar sobre cuáles son sus herramientas y recursos para hacer frente a la situación. En este proceso la actuación temprana es vital, cuanto antes cortemos las agresiones, más sencillo nos resultará revertir la situación. Por contra si las agresiones se producen durante años, es mucho más complicado poder ayudar tanto al menor como a su familia. Y es en estos casos en los que la violencia filio-parental prosigue en la adultez del hijo/a.
Si tienes dudas, preguntas o estás interesado en saber más sobre la violencia filio-parental, o deseas realizar una visita informativa gratuita en nuestro centro, no dudes en contactar con Psicólogo especialista Barcelona.
2 comentarios
Lindo día
Mi caso es el de un hijo de 33 años con antecedentes de manipulaciócon hacia el padre, en joven profesional se declara impedido para caminar y lleva 2 años en sill de ruedas y en cama, se le han practicado exámenes aquí y en E.U sin arrojar ninguna lesión fisica, sin embargo se concluyó enfermedad psiquiátrica, el psiquiatra concluye no tener nada.. Frente a esta situación como abordarlo, además de la terapia en familia, que posibilidad existe de tratarlo con un polígrafo o de que otra forma lograr que no engañe y todo lo que esto conlleva al padre.
Felicitaciones por este espacio, Dios lo guarde
Autor
Hola Luz,
Planteas una situación un tanto compleja. Os habéis planteado qué beneficios puede sacar vuestro hijo de estar «enfermo» y la posibilidad de quitarle estos beneficios aunque sean únicamente de atención y sustento? y ver si se produce algún cambio?. Las conductas de manipulación siempre se dan porque se obtiene algo a cambio. En ocasiones hay personas que enferman, porque «enfermo» obtengo más que sano. Y en estos casos hasta que no se eliminan los «beneficios» de estar enfermo la persona no mejora. Simplemente es un punto de vista que igual ya habéis abordado. Muchos ánimos.
Saludos
Rubén Blasco