Daño cerebral adquirido
El daño cerebral adquirido es una lesión repentina en el cerebro después del nacimiento que produce cambios en la actividad neuronal cuyas consecuencias afectan a la integridad física, la actividad metabólica o la capacidad funcional de las células cerebrales.
Las características de esta lesión repentina incluyen: pérdida de consciencia, pérdida de memoria antes del suceso, síntomas neurológicos focales (como dificultades en el equilibrio, en el lenguaje, en el estado de conciencia, entre otros), fractura de cráneo o cuello, dolor de cabeza, náuseas y vómitos y/o un déficit cognitivo o funcional más generalizado.
Las causas pueden ser traumáticas o no traumáticas:
- No traumáticas: las más habituales son ausencia total o descenso significativo del oxígeno que llega al cerebro, accidente cerebrovascular, infección, tumores, epilepsia, alteraciones metabólicas y consumo de sustancias tóxicas.
- Traumáticas: son las lesiones consecuentes a una fuerza externa, como por ejemplo, los traumatismos craneoencefálicos, los ahogamientos, las electrocuciones, etc.
La gravedad del daño cerebral adquirido se valora en función de:
- si ha habido pérdida de conciencia o no
- la presencia o ausencia de periodo de coma
- duración del coma (si se ha producido)
- baja respuesta verbal o motora durante los minutos o horas tras la lesión repentina
- pérdida de memoria de antes del suceso
- la incapacidad para registrar nueva información
Tipologías de daño cerebral adquirido
A continuación, veremos las tipologías más habituales de daño cerebral congénito en pacientes infantiles: