El Duelo y sus fases

El duelo lo podríamos definir como quel proceso de adaptación emocional que aparece tras una pérdida (laboral, sentimental o de pareja, de un ser querido que fallece…) Y es un proceso natural por el que todas las personas antes o después pasan. Es considerado como uno de los estresores naturales más frecuentes, los llamados acontecimientos vitales. Simplemente para que nos hagamos una idea de cuánta gente se ve afectada por este proceso vital, en la provinicia de Barcelona se registran una media de 140 defunciones diarias, a esto añádele los despidos laborales diarios, y las rupturas de pareja diarias, y nos haremos una pequeña idea de lo que realmente abarca el proceso del duelo sólamente en Barcelona, ya no hablamos a nivel mundial en un sólo día.

Fases del Duelo

Toda persona que tiene que elabora un duelo acaba pasondo por una serie de fases para el proceso de aceptación. Cada una de estas fases del duelo tienen una duración determinada pero que varia de una persona a otra. Estas fases no tienen por que darse de forma consecutiva, aunque generalmente suceden en este orden. Según Roberto Pereira las fases del duelo son las siguientes.

1.  Fase de estupefacción o shock: viene determinada por lo esperado que fuera el suceso (una muerte repentina provoca mayor estupor). Se produce un estado de apatía, de semi-paralización que puede durar minutos o días.
2.  Fase de tristeza y dolor intenso: se produce una mayor o menor exteriorización dependiendo del contexto cultural.
3. Fase de negación y búsqueda: es lo que cuesta aceptar que se ha producido la pérdida («no es cierto»). La sensación de búsqueda es muy intensa en casos en que no se ha encontrado el cadáver (guerras, accidentes en que queda muy desfigurado y parece que es el/ella pero a lo mejor…). Otra situación de búsqueda se produce cuando se va de un hospital a otro esperando hallar nuevas soluciones para una enfermedad. La negación es un mecanismo de defensa adaptativo, cumple una función de protección aunque en ciertos casos es patológico.
4. Fase de culpa / enfado: ambos temas van muy unidos. Uno puede sentirse culpable por cosas muy diversas, p.e.: «yo que podia haber hecho y no hice…». Esto le provoca mucho enfado (impotencia) hacia uno mismo y hacia los demás. Es importante no responder al enfado con enfado porque normalmente lo que oculta es un dolor muy profundo que sale de esa forma.
5. Fase de depresión / soledad: etapa más intensa, se produce un aislamiento social, anhedonia y falta de organización del sistema.
6. Fase de resolución: la persona puede reorganizar lo que está ocurriendo y reorganizar su vida. Pereira dice que puede ir de 12 a 18 meses (cada uno tiene su propio ritmo, patologizar temporalmente es muy arriesgado).

En ocasiones este proceso de adaptación emocional al cambio de situación no sigue el curso natural y surgen ciertas complicaciones, no se han dado las fases del duelo o no se han podido procesar, estancamiento en alguna fase… en esos casos estamos hablando de un duelo complicado o también llamado duelo patológico. En las situaciones en las que el duelo se ha complicado es aconsejable consultar con un psicólogo especialista, ya que como veremos no es cuestión de dejar que pase más tiempo, la herida no se cerrará por mucho que pasen los días.  Veamos algunos ejemplos

• Crónico: Se caracteriza porque el tipo de reacciones que tiene la persona son normales pero la duración de las mismas es anormalmente exagerada: «esto no acaba nunca…» Ocurre frecuentemente en personas que han sufrido abusos físicos o sexuales. También personas con gran apego y vínculo muy dependiente con el desaparecido.
•  Retrasado: La reacción emocional no es proporcional a la pérdida. También si no se termina de elaborar el dolor, éste puede resurgir en otras ocasiones.
• Exagerado:La persona se siente desbordada, incluye trastornos psiquiátricos mayores que se desarrollan tras una pérdida, provocados por la pérdida. p.e.: depresión tras el duelo; fobias que se desarollan a hospitales; abuso de sustancias como el alcohol o las drogas (las suelen utilizar personas con dificultades para superar circunstancias). En situaciones como guerras, accidentes… se suelen producir trastornos con estrés post-traumático.
• Enmascarado: Se produce en personas que llegan con dificultades no asociadas a un proceso de duelo. p.e. los somatizadores que no sienten pena pero tienen jaquecas, úlceras… Su cuerpo expresa lo que ellos no pueden expresar. Puede presentarse mediante un síntoma físico o bien mediante conductas desadaptativas (conductas delictivas, de consumo…). Se puede dar el caso que la persona desarrolle el síntoma que tenía el desaparecido.

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